Empedrado
Cuando empezamos a patear el empedrado de la vida
En cada cuadra, en cada esquina, un sueño anida
Miramos por la calle hacia adelante
Vislumbrando un futuro, aun distante
Y mientras lustramos adoquines con las suelas
Vamos entendiendo con renuencia
Que el destino a fuerza de piquetes y desvíos
Va torciendo poco a poco tu camino
Así, después de varios pares de zapatos
Logramos nuestro sueño
Que no es igual a aquel que imaginamos
Pero tiene el mismo color, aunque no sea tan bello.
Las suelas, los zapatos, los piquetes, los desvíos
Fueron necesarios para que, al llegar aquí,
Encontremos, no tal vez lo que deseamos,
Pero si lo que nos hace bien, lo que necesitamos
Y miramos con cariño hacia atrás
Y sonreímos con ternura al recordar aquellos sueños
Y disfrutamos de este hoy más real, mucho mas concreto
Ese es el secreto, y la sabiduría estaba ahí en los adoquines
Que la felicidad no está en lograr lo que queremos
Si no en querer lo que logramos con esfuerzo
Y disfrutar la vida cada instante
¡Con un corazón liviano y pleno!