Noche de estrellas
Iluminaban tus ojos claros,
el destello cristalino de tu mirada,
mientras el cielo dibujaba en tu rostro,
el fulgor de la noche encendida.
Y en la diáfana oscuridad,
el aura de tu cuerpo; me quemaba.
Brillo, luz, fuego, pasión. esperanza.
Todo se había enardecido, todo se sentía.
Dejé de observarte tan sólo un instante,
y te volviste estrella..., una blanca estrella
que se durmió en mi alma.