Un recuerdo para una gran maestra
Hoy murió Rosa Buk
No sé cual es la causa
y me la invento.
Tal vez la magia que ya no le cabÃa.
o la necesidad de disfrutar
sus duendes en otra galaxia.
En un tiempo sin tiempo,
donde la eternidad escasea.
La visualizo cantando baladas,
bailando al compás de la música
que de ella emanaba,
o creando, en algún planeta desconocido
un taller de escritura.
Frotando sus manos en una hoguera inventada
diluyendo las malas ondas.
Plantando semillas de pensamientos florecidos.
Enseñando a amar el fuego, el agua, la tierra y el aire.
Fundando un mundo repleto de escritores.
Y por sobre todo,
defendiendo el derecho de ser lo que cada cual quiere.
No se puede perder, por el simple hecho de morir,
tanto talento.
No encontré jamás
la creatividad, el hechizo, el encantamiento
puesto sobre la mesa
al servicio de quién lo desee,
desde que la perdà en el camino de la vida.
Alguien, no sé, lo escuché al pasar un martes cualquiera,
dijo que bordeaba el lÃmite de la locura
Yo pensé; bendita locura
Y digo:
Estés donde estés Rosa Buk,
la luz estará contigo,
y tu recuerdo conmigo.