Excusas
Ella miró el calendario. Sabía bien qué fecha era, pero necesitaba mirarlo igual. Estaba anonadada por lo rápido que había pasado el tiempo, sin embargo, había llegado el momento: el día del fin del mundo.
Salió a la calle. La gente trataba el asunto con diferentes intensidades: muchos corrían, como si eso fuera a cambiar algo. La mayoría ya se había suicidado, para evitar las posibles penurias, y los cadáveres se amontonaban en las veredas. Los que habían decidido relajarse un poco más iban a bares y cabarets. Y los que podían se juntaban a pasar el juicio final con sus familias, en alguna casa. La gente sin familia, en un clima de fraternidad con comida y bebidas, se reunía en la iglesia o en la plaza para contemplar con detalle todo lo que pasaría.
Ella siguió hasta la casa de Mateo. Golpeó a la puerta.
—Viniste. —Se sorprendió él—. ¿Qué pasó?
—Quiero hablar con vos… —dijo ella sin mirarlo a los ojos.
—Pasá.
Se acomodaron en el living. Él amagó ir a la cocina, pero ella lo detuvo por el brazo.
—Quedate. —Tomó aire—. Realmente necesito hablar con vos.
Se sentaron uno al lado del otro en el sofá.
—Mateo —dijo ella y lo miró—, yo te amo. Siempre te amé. Quería que lo supieras.
Se miraron fijo. A él se le secó la boca. A ella le transpiraba la espalda. Luego de unos minutos, sin decirse nada, él la besó. Se besaron por un rato hasta que ella lo alejó despacio y dijo:
—Quiero que seamos novios.
—¿Qué? —Mateo torció el cuello—. Pero… es el fin del mundo.
Ella se paró de golpe. Se alejó unos pasos y quedó de frente a la pared. Apretó fuerte los puños a los costados del cuerpo. Le temblaban los brazos. Le costaba respirar y llorisqueaba despacio. Respiró hondo con la boca abierta. Se serenó.
—Soy una idiota —dijo—. Por eso nunca antes te lo había dicho: siempre tenés una excusa para todo.
Publicado en la Antología Le´Croupier de Ediciones Croupier. Volumen 1.